jueves, 29 de marzo de 2012

CARTA A LOS EFESIOS. IV. RELACIONES DOMÉSTICAS. 5,21-6,9.

                   21Sed dóciles unos con otros por respeto a Cristo: 22las mujeres a sus maridos como si fuera al Señor; 23porque el marido es cabeza de la mujer, como el Mesías, salvador del cuerpo, es cabeza de la Iglesia. 24Como la Iglesia es dócil al Mesías, así también las mujeres a sus maridos en todo.
                  25Maridos, amad a vuestras mujeres como el Mesías amó a la Iglesia y se entregó por ella: 26quiso así consagrarla con su palabra lavándola en el baño del agua, 27para prepararse una Iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni nada parecido, una Iglesia santa e inmaculada. 28Así deben también los maridos amar a sus mujeres como a su propio cuerpo. Amar a su mujer es amarse a sí mismo; 29y nadie ha odiado nunca a su propio cuerpo, al contrario, lo alimenta y lo cuida, como hace el Mesías con la Iglesia, 30porque somos miembros de su cuerpo. 31"Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos un solo ser" (Gn 2,24). 32Este símbolo es magnífico; yo lo estoy aplicando a Cristo y a la Iglesia; 33pero también vosotros, cada uno en particular, debe amar a su mujer como a sí mismo, y la mujer debe respetar al marido.
           1Hijos, obedecer a vuestros padres cristianamente, como es razón. 2"Honra a tu padre y a tu madre" es el primer mandamiento que lleva una promesa: 3"te irá bien y vivirás largo tiempo en la tierra" (Éx 20,12).
                 4Padres, vosotros no exasperéis a vuestros hijos; criadlos educándolos y corrigiéndolos como el Señor quiere.
                 5Esclavos, obedecer escrupulosamente a vuestros amos de la tierra, de todo corazón, como si fuera al Mesías. 6No en lo que se ve, para quedar bien, sino como esclavos de Cristo que cumplen la voluntad de Dios con toda el alma; 7servid de buena gana, como si fuera al Señor y no a hombres; 8recordad que lo que uno haga de bueno, sea esclavo o libre, se lo pagará el Señor.
                9Amos, vosotros correspondedles dejándoos de amenazas; recordad que ellos y vosotros tenéis un amo en el cielo y que ése no tiene favoritismos.

EXPLICACIÓN.

5,21-6,9       Actitud recíproca en la comunidad (21). Caso práctico, el de las mujeres respecto a los maridos. El hombre es cabeza/jefe de la mujer (cf. 1 Cor 11,3); no se conoce el origen de esta concepción. El autor lleva su argumentación más allá de lo necesario: la obra del Mesías con la iglesia (su muerte, que hace posible el bautismo, la purifica) no puede ser repetida por el marido respecto a la mujer. Del texto de Gn 2,24 deduce el autor cuál ha de ser la actitud del marido con su mujer, como lo es la del Mesías con la Iglesia (5,21-33).

                    En la familia, relación de padres e hijos (Éx 20,21) (6,1-3). Esclavos y amos. El autor se deja llevar del tema que trata y llama a los cristianos esclavos de Cristo, queriendo probablemente indicar sólo el vínculo y la fidelidad dominante del cristiano; ese vínculo estimula a actuar con plena responsabilidad, aun en el caso de tener en la sociedad condición de esclavo. Conducta de los amos (cf. 2 Cr 19,7: "el Señor nuestro Dios no admite injusticias, favoritismos ni sobornos") (6,1-9). Escrupulosamente (5), lit. "con temor y temblor", frase hecha que indica el máximo cuidado (cf. 2 Cor 7,15; Flp 2,12).

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